Detente, mira a la nada, suspira… así es como todo empieza.
Toma asiento, enciende el computador y déjate llevar,
Mira el cigarrillo que descansa entre tus dedos, ¿recuerdas algo?, ¿ la infancia?, aquellos dulces en forma de cigarro con el que solías jugar.
Mira con cuidado aquel atardecer, ¿no te recuerda nada?, aquellas chicas que has dejado de ver, las mismas niñas con las que creciste y a las que prometiste no olvidar, con las que inventaste clubes extraños en casitas sobre arboles, aquellos pleitos tan divertidos que tú misma solías provocar, todos esos problemas que te parecían, y aun parecen, tan divertidos.
La arena, el mar, las palmas, tu infancia, aquel primer amor, que extrañamente aun te acompaña, los juegos en el parque, los dulces, la señora de la tiendita a la que ayudabas, solo para que te diera un dulce gratis, la escuela por la tarde, las idas a la playa, la “casita” de la escuela… todo eso que te hiso tan feliz, y que ahora recuerdas solo para sonreír…
(las extraño chicas, las quiero)
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