viernes, 6 de noviembre de 2009

juntos hasta el final

Ahí estaba yo, parada en el lumbral de la puerta, sin el suficiente valor de acercarme a ese ataúd y despedirme de ti. Nadie ahí tomaba en cuenta mi presencia ni la tuya tu cuerpo yacía en calma en ese frio ataúd…cerré mis ojos y en un susurro perdido que el viento trajo a mi oído, escuche tu voz diciéndome que me acercara…
Y ahí aun con los ojos cerrados y sin poder moverme sentí que tú me tomabas de la mano y me llevabas ahí a tu lado… en un minuto o tal vez mucho mas todos desaparecieron… en realidad nunca le importo mucho lo nuestro… para mi mejor, no molestaban… mire tu rostro expresaba una extraña felicidad fingida por la maquillista de la funeraria… odiaba la sombra que puso en tus ojos, odiaba el estúpido tono que utilizo en tus labios pero más odiaba el hecho de que no volvería a tenerte nunca más…
Toque tu rostro, tu frio y pálido rostro, con la intención de grabar cada una de tus perfectas facciones, tus hermosos ojos oliva que no volvería a ver nunca más, esos labios que tanto amo tu linda nariz respingada tu cabello tan negro como las noches sin luna entonces… sentí como si alguien me abrasara por la espalda tal cual lo hacías tu cuando llegabas a casa aun con los ojos cerrados sentía como las salinas gotas- que brotaban por mis ojos- corrían libres por mis mejillas… me aferre a esos brazos que atrapaban mi cintura con fuerza, no quería que esa sensación se acabara cuando estaba sin ti me sentía desprotegida y en un intento por qué esa sensación no se acabara susurre en un hilo de voz- no me dejes- me gire con miedo a que cuando volteara mi “visión” desapareciera pero no fue así… abrí mis ojos y te vi ahí parado frente a mi abrazándome me aferre a tu cuello con más fuerza y mire tu hermosa sonrisa, esa que me enamoro, y de tus labios salió un – nunca te dejaría- me abrasé mas tranquila a ti con la esperanza de que los latidos de tu corazón me arrullara como lo hacían antes pero no fue así… no escuchaba nada me aterre aun no quería que te fueras

-Por favor-dije suplicante- dime que no es un sueño y si lo es dime que nunca despertare- me abrase a ti de nuevo ocultando mi cabeza en tu pecho tu tomaste mi barbilla y la alzaste hasta que pude ver tus ojos, esos ojos oliva que con una sola mirada asían que todos los problemas desaparecieran

-Estas segura que no quieres despertar- dijiste con una enorme paz y tranquilidad en tu voz- una vida te espera haya afuera- dijiste mientras acariciabas dulcemente mi mejilla

-NO!... no sin ti, sigo aquí solo porque te lo prometí… por favor déjame romper esa promesa, por favor… llévame contigo

-Amor… estás segura de lo que me pides… iras con migo a donde sea que yo vaya?- preguntaste un tanto extrañado y asustado por la respuesta que fuera a darte

-eres mi vida… sin ti nada de esto tiene sentido… y si al infierno irias será el paraíso si estamos juntos… tu renunciaste a muchas cosas por mi… yo estoy dispuesta a renunciar a mi vida por ti- tu solo sonreíste y tus ojos mostraron un enorme brillo de felicidad- TE AMO!- Dijiste antes de que una hermosa luz nos cubriera y de nuevo pude sentir el hermoso sabor de tus labios

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